La palabra nostalgia proviene de la unión de dos palabras griegas. Nóstos hace alusión al regreso al hogar, mientras que álgidos significa “dolor”. Durante años y en muchas culturas se ha tratado como una enfermedad o afección, y en muchas ocasiones se ha tratado como una emoción negativa. Sin embargo, a lo largo del último siglo esta concepción ha cambiado.
Vivimos en un mundo en el que todo se encuentra disponible a la velocidad de un clic. Sin embargo, en esta realidad efímera en la que habitamos, donde parece que todo lo que obtenemos pierde su significado en sí al segundo de obtenerlo, no podemos evitar sentirnos perdidos. Abrazar la añoranza y hacerla propia, permitirnos vivir en el sen, es una forma de combatirla.
Comprar objetos únicos resulta una aventura. Es necesario encontrar objetos que atrapen, y para ello no vale cualquiera. Por esta mínima razón no se debe comprender todo lo vintage como todo lo viejo. Este término se utiliza para referirse a objetos que son genuinos de la época a la que pertenecen y no a imitaciones o reproducciones modernas. Suelen tener cierta demanda en el mercado de coleccionistas y aficionados, lo que puede hacer que su precio sea más alto en comparación con artículos similares. En resumen: tienen alma porque alguien, algún día, se la dio.
Es frecuente confundir el estilo retro con el estilo vintage, ya que ambos evocan épocas pasadas. Sin embargo, hay una diferencia clave entre ellos. Mientras que el estilo vintage se compone de objetos auténticos de la época, el estilo retro incluye muebles y accesorios fabricados en la actualidad pero con un diseño inspirado en épocas anteriores. Por ejemplo, un refrigerador con diseño de los años 50 pero fabricado recientemente sería considerado retro, mientras que una joya heredada de tu bisabuela sería vintage.
Si deseas incorporar el estilo vintage en tu decoración, no es necesario hacer cambios drásticos. Pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, colocar lámparas Art Deco en tus mesas auxiliares puede darle un toque clásico y elegante a tu decoración, al tiempo que evoca los años 20. No temas mezclar estilos, ya que combinar lo nuevo con lo antiguo es una tendencia popular en la actualidad.
Una ventaja de los objetos vintage es que puedes encontrarlos en tiendas de segunda mano o en ventas de garaje a precios asequibles. No solo adquirirás piezas únicas, sino que también suelen tener una mejor calidad que los muebles baratos actuales.
Si aún no estás convencido con los muebles antiguos, puedes restaurarlos. Algunas piezas se renuevan para que parezcan originales, mientras que otras se modifican para darles un aspecto moderno. Es común ver mesas, sillas o escritorios antiguos pintados en colores brillantes para crear un punto focal en el espacio. Otra idea popular es utilizar piezas de formas diferentes, como cajas de madera para vino o escaleras como estantes.
Lo más importante es encontrar piezas que te llamen la atención y que hablen por sí mismas. Luego, podrás explorar diferentes formas de incorporarlas en tu decoración. No compres muebles solo porque sean vintage, deben ser piezas que realmente te encanten, ya que a menudo se convierten en el centro de la decoración.
El reciclaje también es una gran ventaja del estilo vintage, ya que nos brinda la oportunidad de reutilizar y dar nueva vida a objetos heredados o con un significado especial. No importa cuál sea tu estilo, puedes agregar muebles o detalles vintage que sean importantes para ti, ya sea en su estado original o renovados para lucir modernos.
